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sobre desaparecer
Nadie desaparece, ni siquiera los más grandes magos logran hacerlo genuinamente.
Desaparecer es un truco, una ilusión mental que desafía nuestra racionalidad.
Desaparecer enfrenta la realidad a una posibilidad de ficción, a un mundo virtual lleno de virtuosos prestidigitateurs que convierten la materia en nada porque ni siquiera se transforma en viento.
Nadie desaparece, y tal vez sería tiempo de empezar a reemplazar esa palabra por una palabra más justa, más puntual, más afilada.